30 de junio de 2012

LA LUZ DE LA LUNA Y LA PROVOCACIÓN DE MAREAS


La Luna no emite luz propia, sino que refleja la del Sol mostrando sus características fases durante cada órbita alrededor de la Tierra que dura entorno a 28 días.
IMAGEN: Detalle de la superficie lunar.
Dado que el período de rotación de la Luna sobre su propio eje y el período de traslación alrededor de la Tierra coinciden, la Luna nos presenta la misma cara hacia la Tierra. Este acoplamiento entre ambos giros, es provocado por la fricción por marea, que ha frenado la rotación de la Luna debido a la proximidad a nuestro planeta. Junto al Sol, mediante sus fuerzas gravitacionales es la causante de las mareas terrestres.
Al contrario que la Tierra, la Luna no tiene atmósfera. Esto es debido a la débil atracción gravitacional de la Luna, tan sólo un sexto de la terrestre, que provoca que nuestro satélite no pueda retener una atmósfera gaseosa apreciable. Debido a esto, la temperatura en la superficie lunar varia entre +150ºC en la parte iluminada por el Sol y -170ºC en la zona no iluminada.IMAGEN: Otro detalle de la Luna.
La superficie lunar se caracteriza por mostrar unas regiones montañosas claras (las tierras), y unas zonas más extensas y oscuras (los mares).
Las tierras están formadas por materiales muy antiguos de una edad superior a los 4.000 millones de años, y presentan una gran cantidad de cráteres de impacto provocados por la caída de meteoritos. Estos cráteres tienen unos tamaños que llegan desde varios metros de diámetro, hasta los 200 km. en los más grandes.
Los mares son grandes cuencas de impacto rellenadas por rocas basálticas hace unos 3.000 millones de años, cuando lava muy fluida afloró a la superficie de lunar.

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